El existencialismo [sobre el tiempo]

Cuando experimentamos algo muy importante o que nos interesa mucho, el tiempo se desliza rápida e insensiblemente, sin que a penas advirtamos el correr de las horas ni aún de los días; en cambio, si estamos aburridos o haciendo una labor rutinaria o un trabajo que no nos gusta, nos parece que el tiempo pasa despacio y unos cuantos minutos diríamos que son horas y que la jornada no se termina nunca. Esta impresión es inversa cuando recordamos nuestro pasado; pues, entonces, aquellos períodos que la insatisfacción hacía en apariencia inacabables disminuyen o desaparecen por completo de nuestra memoria, mientras que unos pocos días o algunas horas que fueron importantes para nosotros o que estuvieron llenos de acontecimientos nos parecen mucho más largos de como lo fueron en realidad. La experiencia del tiempo no depende, pues, únicamente de su duración mesurable.
Dígase lo mismo de nuestras vidas. Vivimos, de un modo u otro, muchos años, pero esto no es todo: podemos emplear bien el tiempo, viviendo con plenitud y enriqueciendo así nuestras vidas, o malgastarlo y perderlo. El tiempo no es simplemente una posesión: hay que conquistarlo. Lo cual hace que la experiencia del tiempo sea un constante urgirnos, similar al de la conciencia; sentimos el deber de emplear bien el tiempo, sin perderlo. Esta urgencia no se identifica con la conciencia, puesto que la podemos satisfacer no sólo con la moral, sino con muy diferentes acciones o impresiones; por ejemplo, mediante experiencias de una fuerte sensualidad, o mediante aventuras u otras actividades que nos apasionen, o mediante el encuentro de la belleza. Sin embargo, es probablemente hasta más fuerte y más constante que la conciencia. Por eso, si no somos capaces de usar bien de nuestro tiempo deseamos "matarlo" para librarnos de su constante desafío, para olvidar que está pasando sin recuperación posible. Cuando no se responde satisfactoriamente a su incitación, el tiempo se convierte en un enemigo contra el que hemos de luchar. Resulta muy difícil soportar un largo período de tedio con ecuanimidad, o al menos, sin que se menos caben los sentimientos de uno hasta un grado no deseable. Mas la provocación del tiempo nunca se silencia del todo con matarlo sin más, ni tampoco accediendo a cualquier absurdo recurso al que nos puede también conducir; siempre queda la conciencia de estarlo malgastando. La verdadera y completa satisfacción sólo se logra cuando se consigue llenar el tiempo con el debido contenido.

Comentarios

  1. sobre el tiempo.

    "Para aquellos que sufren, el tiempo no existe: se anula a fuerza de precipitarse, pues cada hora de un suplicio es una tempestad de siglos". Fuegos - Marguerite Yourcenar

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  2. La conciencia anula (nihiliza) el tiempo. Dice Sartre por ejemplo. También me recuerda al ser para la muerte de Heidegger. Tengo tantos años de esperaza de vida y desde el esperado longevo final hasta mi presente, planifico todo lo que seré. Cuidado que éste plan olvide que soy persona y que vivo y necesito vivir!!! neceisto ser no solo tener (eso es marceliano). Gracias :) beso Lu

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    Respuestas
    1. Siempre se "tiene" algo. Se puede tener felicidad, por ejemplo. (Se puede tener un televisor, pero ya sabemos que no sirve de mucho, y esa rama de la reflexión ya está más que entendida). La clave de la "propiedad" es que no sea "privada". Que eso que se tiene, sea felicidad, sea un pedazo de pan, sea un techo o un cielo, pueda ser algo compartido. Que no sea exclusivo. El que tiene algo sólo para sí mismo, tiene la mitad de lo que podría tener.
      Vivir, tener una vida, y compartirla, eso es sublime.
      Gracias por compartir tus reflexiones y tu amistad Cris, abrazo grande!

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    2. ^.^ mas tarde leo sobre el espacio :)

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