El segundo anillo de poder

Don Juan siempre había insistido en que nuestro peor enemigo era la incapacidad para aceptar la realidad de aquello que nos ocurre.

...
Don Juan había dicho que, cuando por fin uno entiende qué ocurre, suele ser demasiado tarde para retroceder.

...
Me había dicho una y otra vez que mi racionalidad comprendía tan sólo una pequeña porción de lo que denominaba la totalidad de uno mismo.

...
Cuando no se tiene nada que perder, se adquiere coraje. Somos temerosos únicamente en la medida que tengamos algo a que aferrarnos.

...
Un guerrero no busca nada que le consuele.

...
Dijo que los guerreros siempre tenían una oportunidad, no importa cuán pequeña sea.

...
No ignoraba que una fuerza superior a mí me iba a desintegrar en cualquier momento. De modo que me senté para pasarlo bien con él. Reímos y bromeamos. Y me atrevo a decir que estuve gracioso y brillante y en cantador.

...
Descifras tus costumbres hasta conocer todas las consecuencias de tu debilidad y te abalanzas sobre ellas y las coges como a conejos en una jaula.

...
Lo que un guerrero necesita para ser un acechador impecable es tener un propósito.

...
¿Y tú no lo extrañas, Gorda?
-No. Yo no. Yo soy él. Toda mi luminosidad ha sido cambiada. ¿Cómo podría echar de menos una cosa que forma parte de mí misma?

...
No importa lo que nadie diga ni haga -afirmó. Tú debes ser impecable. La lucha se libra en nuestro pecho.

...
Hay que dedicar todo el tiempo y toda la energía para poder superar la propia estupidez. Y eso es lo importante. El resto no vale la pena.
Nada de lo que tu padre y tu abuelo dijeron acerca de la Iglesia les proporcionó bienestar. En cambio, el ser un guerrero impecable te dará vigor y juventud y poder. De modo que lo que debes hacer es escoger sabiamente.

...
Don Juan aseveraba que el núcleo de nuestro ser era el acto de percibir, y lo mágico de nuestro ser era la toma de conciencia. Para él la percepción y la conciencia constituían una sola, inseparable, unidad funcional, una unidad con dos esferas.

...
Dada mi total falta de control sobre las fuerzas que decidían mi destino, el único acto de libertad posible con sistía en atarme los cordones impecablemente.

...
Es necesario enganchar a los hombres. A las mujeres no. Las mujeres entran libremente en todo. En ello radica su poder y su desventaja. Los hombres deben ser guiados y las mujeres, contenidas.

...
Acostumbraba a colgar un trozo de tela de reducido tamaño en una rama baja de un arbusto, escogido estratégicamente para que se hallase en línea con formaciones geológicas específicas en las montañas que les servían de fondo. El sentarme a aproximadamente metro y medio de aquella pieza de paño y contemplarla en relación con las ramas de las cuales pendía, solía suscitar en mí un efecto perceptual especial. El trapo, siempre algo más oscuro que el accidente geológico al cual dirigía la vista, daba la impresión de ser, en principio, un detalle del mismo. Todo consistía en dejar que la percepción actuara libremente, prescindiendo de todo análisis. Todos mis intentos estaban condenados al fracaso porque yo era incapaz de no llevar a cabo un juicio; mi mente terminaba siempre por lanzarse a alguna especulación racional referida a la mecánica de mi percepción fantasma.

Comentarios

Entradas populares