Fahrenheit 451

Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. O, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una cosa llamada guerra. Si el Gobierno es poco eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo lowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian. No les des ninguna materia delicada como Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos. Por ese camino se encuentra la melancolía. Cualquier hombre que pueda desmontar un mural de televisión y volver a armarlo luego, y, en la actualidad, la mayoría de los hombres pueden hacerlo, es más feliz que cualquier otro que trata de medir, calibrar y sopesar el Universo, que no puede ser medido ni sopesado sin que un hombre se sienta bestial y solitario. Lo sé, lo he intentado ¡Al diablo con ello! Así, pues, adelante con los clubs las fiestas, los acróbatas y los prestidigitadores, los coches a reacción, las bicicletas helicópteros, el sexo y las drogas, más de todo lo que esté relacionado con reflejos automáticos. Si el drama es malo, si la película no dice nada, si la comedia carece de sentido, dame una inyección de teramina. Me parecerá que reacciono con la obra, cuando sólo se trata de una reacción táctil a las vibraciones. Pero no me importa. Prefiero un entretenimiento completo.

Comentarios

  1. Excelente libro. Y hoy, más vigente que nunca.

    Saludos.

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  2. "pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan"

    De todo lo del libro que está vigente hoy en día, eso es para mí lo más terrible.

    ¡Saludos!

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  3. Mensaje de un amigo, Ariel Scoccia:

    "Ignacio Ramonet mencionó un concepto "raro": el de la "censura democrática". Estamos en presencia de un sistema que nos somete a una dieta comunicacional que nos torna "obesos informativos". La sobrecarga de información, o mejor dicho, el exceso de "datos" imposibilita que podamos acceder a (o construir) la información que es verdaderamente relevante. Viendo "TN" todo el día, "tenemos la sensación de pensar"... Debemos desarrollar estrategias mentales de "data mining" para poder bucear en este océano de datos heterogéneos".

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  4. También me apena que semejante "bola informativa" nos tapa cada vez más como individuos (cosa que de por sí el sistema en que vivimos ya lo hace bastante bien). Las personas cada vez existen menos, lo que existe (e importa) es la información, que se mueve y que nos está llevando hacia [desconozco dónde], no al estilo de invasores dentro de un caballo de Troya a ganar una guerra, sino mas bien como gomaespuma de un Frankenstein que construimos, que da más miedo y tristeza que otra cosa.

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