El maestro ignorante
Esto es lo que hay que hacer, sabiendo que el conocimiento de Telémaco o de lo que sea es en sí mismo indiferente. El problema no es hacer sabios. Es elevar a quienes se creen inferiores en inteligencia, hacerlos salir del pantano en que se pudren: no el de la ignorancia, sino el del desprecio de sí mismos, del desprecio en sí de la criatura razonable. Se trata de hacer hombres emancipados y emancipadores.
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